lunes, 1 de diciembre de 2014

Cerrando un ciclo

Recuerdo cuando empecé este blog, había un grupo extenso de muchachos, recién empezando su adolescencia, allá por Octavo Básico, que habían tomado literalmente por asalto el espacio de esta Biblioteca, donde discutieron sobre quién era mejor narrador, Poe o Doyle, inventaron avioncitos con reglas y escuadras, que chocaban y saltaban en pedazos sobre la alfombra, que leían interminablemente libros sobre la historia de la II Guerra Mundial, que dibujaban micros y buses, que hablaban de fútbol con conocimientos dignos de JM... vinieron después las "cuchitas", las chicas que conversaban en torno al calefactor y daban, entre todos, un matiz de vida floreciente a este lugar. Pero ya este més se fueron los últimos de esa etapa, se marchan los origamis, los pajaritos recortados en papel, los dibujos sobre mis documentos. Sin embargo, siempre hay otros, diferentes, sí, maravillosos también, porque la Biblioteca de Los Misterios es un jardín donde las flores siempre retoñan y en la Isla de Los Cargados Carjos, la playa siempre espera...

viernes, 6 de diciembre de 2013

Cuestión de límites

Son días en que miras la cara de tus pares, hombres que recibieron una formación profesional, que eligieron esta ocupación supuestamente por vocación y sin embargo, abren la boca y le envenenan el día a las muchachas. Comentarios más que insinuantes, groseros, burdos, que nadie toleraría ni de un compañero, se descargan por boca de algún profesor, en la asquerosa impunidad de saber que la sospecha de un posible gesto de venganza en las calificaciones mantendrá muda a la agredida y que si hay quejas, las excusas tales como cuentas de las redes sociales supuestamente hackeadas serían la causa de tales hechos. Mal si no somos capaces de medir nuestra lengua y la vulgaridad en nuestra mente, si creemos que erotismo es genitalizar hasta el lenguaje, si faltamos el respecto a un curso completo exhibiendo nuestra arrogancia y desdén a la dignidad de una menor. ¿Será por eso, colegas, que como hombres, están solos?...y al que le venga el sayo, que lo use, pero no espere que lo disculpe o lo aplauda...

lunes, 25 de noviembre de 2013

Las horas

El tiempo ha llegado, en un año más estará concluído un ciclo iniciado por allá en el 2008; los pequeños de séptimo B de entonces dejaron las salas el viernes pasado, terminando la enseñanza media; antes se había marchado Emilio, casi el patriarca, luego Marcos y ahora, la banda de los parrilleros sale casi en pleno, quedando los Pablos como últimos supervivientes del bastión de Biblioteca; tanto mundo compartido nos hace sentir bien, la playa siempre espera el retorno de estas locas gaviotas...

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Ad portas 2012...me gusta estar al lado del camino


Esta canción es algo que me gustaría haber escrito, definitivamente; pero rindiéndome al hecho de no ser su creadora, la hago mía como un himno nacio-mal, una declaración de principios o la biografía de una generación entre los 40 y 50 años, a la que nadie le prometió un jardín de rosas. Nos gusta estar aquí, al lado del camino, mirando la vida pasar después que ya nos ha pasado una y mil veces por encima... con cariño para los que vienen

martes, 13 de diciembre de 2011

De vuelta a Itaka...

Concluye el 2011, algo mejor que el anterior, con su carga de desgracias, con una esperanzadora capacidad de movilización ciudadana y con la proyección de cambio profundo en la mentalidad de buena parte de la generación de recambio. Pero hablemos de las generaciones, en concreto de la que se fue hace unos días. La mitad de ella no la voy a extrañar, por mucho amor que les tenga, porque han partido bien, llegando a lo que íntimamente como profesor uno desea: un grupo humano unido con lazos intensos de intimidad y a la vez, abiertos a otros, no temo por esos muchachos y muchachas, marcados por la dureza de la vida, que sin embargo afrontan más con una sonrisa consciente que con el desaliento. Del otro lado en la ribera quiero decir que, con nombre y apellido, hay personas que marcaron su impronta y a los que pocos vieron: Marcos Santander, Leonel Sánchez, Moira Cruces, Andrés Flores, Nicole Vivars. no fueron los más populares o los de notas más descollantes, pero sí los que evolucionaron a un pensamiento bien conformado.
Eso me lleva al punto de hoy, post PSU:
¿Qué hacer con la nueva realidad del año que viene?
Relacione contenidos: Nada acá que el profesor dio este libro y este apunte para la prueba y eso es lo que va a preguntar, así que no atiendo lo que diga en clases. Estimados y estimadas, ése es un discurso patético, pues hasta las pausas para tomar aire son susceptibles de entrar como contenido en una prueba; a modo de ejemplo, si nombran una teoría de Lavoisiere que quedó a medio desarrollo, relacione al hecho que el pobre científico perdió tempranamente la cabeza en la guillotina durante la Revolución Francesa. Este ejemplo algo burdo va a lo siguiente: ya no se estudia para acumular notas (nunca debería hacerse), sino para alcanzar conocimiento. Las personas que se sintieron muy inteligentes por sus promedios y que despreciaron todo lo que no se redujera a calificaciones, ojalá cambien su mentalidad, pues el escenario es otro, asi que ¡buen ánimo y buena suerte!

miércoles, 11 de mayo de 2011

El Eclipse, un cuento de Monterroso


Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.

Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.

Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.

Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

-Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.

Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.

Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.

lunes, 2 de mayo de 2011

Pérdidas

Gonzalo Rojas marcha a paso lento entre la bruma de Lebu. Ernesto Sábato camina a tientas hacia el despertar. Ambos han tenido una vida extensa e intensa, plena, como si fueran recolectando en alguna vieja canasta frutos silvestres de sabor violento y carnes sabrosas.

América, la verdadera, está como una huérfana de sus abuelos entrañables, que sonríen y se alejan tan dulcemente de su mano, que en el pecho la ausencia deja un dolor casi mudo, delicado.

La otra américa, la pequeña, celebra la (supuesta)muerte de un (supuesto) musulmán. Ni siquiera saben si realmente existió tal hombre o fue el pretexto, el personaje ideado para armar una guerra a la medida de sus empresas petroleras, pero han sacado sus banderas.

Hay un abismo entre América y américa. Que bueno, mi dios, que bueno.

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